Como regla general, los expertos recomiendan que los adultos eviten las siestas para garantizar una buena noche de sueño. Pero si ha tenido una mala noche de sueño, una siesta puede ayudarlo a recuperarse. A veces, 20 minutos para una siesta son suficientes para que el cuerpo recargue algo de energía.
Como regla general, nuestro cuerpo tiene una tendencia a perder energía durante la tarde. Por lo tanto, puede ser más beneficioso tomar una siesta en este momento que evitar dormir hasta la noche. Después de todo, la gran mayoría de los mamíferos tienen sueño polifásico, lo que significa que duermen por períodos cortos durante todo el día. Tomar una siesta durante el día es una norma en algunos países.
Algunos estudios explican que las siestas de la tarde en personas que no tienen privación del sueño pueden conducir a mejoras de comportamiento y estado de ánimo, somnolencia y fatiga. Los investigadores encuentran que las personas que toman siestas se desempeñan mejor en tareas como el razonamiento lógico y el tiempo de reacción. Sin embargo, no todas las siestas son iguales. Hay amplias variaciones, como la hora del día, la duración y la frecuencia de las siestas.
La siesta es una práctica que tiene una relevancia muy individual, es decir, la siesta puede y debe ser recomendada a algunas personas y estar totalmente prohibida a otras. La indicación más relevante es la contribución que tiene al tiempo total de sueño en el día completo. Si una persona duerme por debajo de sus necesidades de sueño por la noche, puede reponer el tiempo que le queda con su siesta.